domingo, 28 de julio de 2013

Geografía de los corales: las costas occidentales del Océano Índico

"Separados entre sí por profundas zanjas, las superficies de coral del océano Índico occidental presentan una formación especialmente desarrollada a lo largo de las costas del continente africano, sobre todo Kenia y Tanzania, con ramificaciones que se extienden hasta Somalia, donde, a pesar de la relativa proximidad del mar Rojo, el agua fría que sube de las profundidades impide el crecimiento de corales comparables. Son más conocidos los lechos coralinos de numerosas islas que presentan los picos de las cordilleras submarinas que recorren el fondo del océano Índico. Entre todos destaca por su tamaño Madagascar, una isla continental rodeada al norte y al sur por arrecifes costeros. Al norte están situadas las Seychelles, un archipiélago compuesto de más de 40 islas principales nacidas del inmenso banco que lleva su mismo nombre, a menos de 60 m de profundidad, al tiempo que el océano que las rodea cae 4,000-5,000 m. Formadas en el periodo precámbrico (hace aproximadamente 650 millones de años), las Seychelles son principalmente de granito, por tanto de roca de tipo continental, hasta tal punto que se las considera en conjunto como un micro continente que se aisló cuando se formó el océano Índico.

Los arrecifes costeros están perfectamente formados a lo largo de las costas de Mahé y Praslín. Al suroeste de las Seychelles se encuentran los atolones de las islas Almirante. La cordillera submarina se extiende hacia el sur emergiendo a intervalos en las islas de Coetivy, Agalega, Tromelín, Providence, Farquhar, Cargados, Carajos y Rodriguez con sus arrecifes tabulares. La parte final de la cadena montañosa submarina son las islas Mascarene, con las islas volcánicas Reunión, aún activas, y las Mauricio en las que un volcán ahora extinguido ha dado lugar a un considerable crecimiento de formaciones coralinas. A medida que se vuelve a ascender hacia el subcontinente de India, disminuye el número de

formaciones coralinas. Las condiciones generales de las costas meridionales de la península arábiga, gran parte del Golfo Pérsico y las costas de Pakistán y el mar de Arabia se ven considerablemente afectadas por el influjo del agua dulce y los sedimentos transportados por el Tigris, el Éufrates y el gran río Indo, además de por el agua fría y desprovista de oxígeno que sube de las profundidades durante los monzones del suroeste. Hasta no llegar mucho más al sur, donde comienza la cordillera de 2,000 km de las Maldivias, no aparecen las formaciones coralinas. Las más alejadas al norte pertenecen a las islas Laccadive: en este archipiélago las formaciones coralinas cambian gradualmente de ser arrecifes de plataforma a atolones, caracterizados por tener lagunas poco profundas. La cordillera continúa con las elevadas cimas de los picos en los que descansan las Maldivias, un archipiélago de mapas de mil islas, algunas aún en formación, y que ocupa una extensión de 800 km".

Fuente: Guía del mundo submarino

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