viernes, 15 de noviembre de 2013

Re encontrándome con mis aventuras y buceos.

El día lunes fue increíble ver que luego de tan cansada por no dormir la noche anterior, sólo necesité de cuatro horas de sueño para estar lista; trabajé un rato y me dirigí a la tienda de buceo que está atravesando la calle por un puente que sale del mismo hotel a la altura de la alberca, la vista: todo el horizonte de mar hasta Playa del Carmen.

Foto Cyana Todo Buceo
Una vez ahí, saludé y comencé el procedimiento normal como cualquier buzo: llenar los documentos de responsivas, mostrar mi credencial de buzo, la de mi seguro de buceador, pedir el lastre que iba a usar y ser responsable del mismo por mis días de buceo y esperar a que los demás llegaran. Una de las sorpresas ese día era el conocer y estrenar la nueva embarcación de Cozumel Marine World “Manatí”. Llegaron los otros buzos un grupo de argentinos que venían a disfrutar de nuestras maravillas naturales, un joven muy amable de Europa, Sébastien, con quien compartí como compañero los dos primeros días de buceo, todos pasaron por el mismo procedimiento que es el normal. Así comenzó la aventura de buceo.

Foto Cyana Todo Buceo
Yared Lazarín



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