martes, 30 de septiembre de 2014

Vida en el arrecife

“Las estrategias de alimentación de los peces, por ejemplo, han producido efectos en su anatomía y fisiología. El sinuoso cuerpo de la moran es ideal para penetrar y nadar por el laberinto de oquedades del fondo marino, el cuerpo comprimido del pez ángel y el pez mariposa resultan perfectos para entrar y salir por los ramajes de los corales en busca de pequeños invertebrados. 

Igualmente adaptados al entorno están las aplastadas formas de las rayas y las pastinacas, muy diferentes, pero igual de perfectas que los contornos elegantes de hidrodinámicos de los tiburones, losa atunes y los Carángidos. Un examen más elaborado, como pueda ser la comparación del desarrollo del cerebro, también revela importantes diferencias en los peces coralinos que se pueden asociar a la batalla por la supervivencia. Las especies más grandes de cada de familia tienen un cerebro proporcionalmente más reducido, pues el tamaño es por sí solo una buena defensa, las especies más pequeñas requieren cerebro mejor desarrollado que sea capaz de mejorar su comportamiento y su capacidad de reacción ante peligros repentinos”.

Fuente:
Guía del mundo submarino

No hay comentarios:

Publicar un comentario