domingo, 26 de octubre de 2014

Simbiosis y otras relaciones

"La alta densidad de especies que viven en los arrecifes ha llevado de manera gradual a la aparición de una interacción entre dichas especies, que han establecido unas relaciones simbióticas casi obligatorias, si bien el término simbiosis se considera hay en día demasiado amplio como para trazar una clasificación precisa de conducta. La palabra "simbioisis" se sustituye cada vez más por otra más exacta "mutualismo", que sirve para expresar mejor una relación en la que tanto el huésped como el simbionte sacan un beneficio mutuo. Un ejemplo particularmente acertado de simbiosis mutua es la de un pez payaso y sus anémonas. Como simbionte de esta anfitrión tan bien equipado en lo que a defensa se refiere, no cabe duda de que el pez payaso disfruta de obvias ventajas. La más importante es la de estar totalmente protegido de posibles depredadores, tal como lo demuestra el hecho de que cualquier pez payaso que no cuenta con su anémona es devorado enseguida. Otra ventaja es la de disfrutar de las sobras de lo que comen las anémonas, pues a pesar de no poder moverse, la anémona es un voraz depredador. Esto, combinado con la aparente inercia de la anémona, hizo conjeturar en el pasado que la asociación no era de mutualismo sino comensalística.


El hecho real es que , tras una observación prolongada, se ha demostrado que el pez payaso es capaz de mantener alejado al enemigo más común de la anémona, el pez mariposa, por ejemplo Chactodon fasciatus. En algunos casos la asociación de mutualismo es muy próxima la especie Amphiprion nigripes vive exclusivamente con Hecteractis magnifica. Mucho menos específicos son los hábitos de Amphiprion clarkii, que puede encontrarse entre los tentáculos de diez especies de anémonas, las más hospitalarias son ciertamente las Heteractis crispa, asociada con 14 especies de Amphiprion".

Fuente:
Guía del mundo submarino

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