miércoles, 12 de noviembre de 2014

La forma, el color y la conducta se combinan en pro de la supervivencia.

“Las marcas de camuflaje no siempre son tan evidentes es inconfundibles a la vista del hombre. 

Las manchas redondas, conocidas como ocelos por su forma, constituyen por ejemplo una de las características más evidentes de muchas especies tropicales desarrolladas con fines de defensa, en combinación con unas bandas oscuras que esconden sus ojos. La presencia de estos dos elementos nace de la necesidad de proteger órganos tan delicados como los ojos de los ataques de depredadores pequeños pero especializados, distrayendo su atención. Un caso singular de marcas ocelares es la del pez cometa Calloplesips altivellis. Cuando se siente amenazado, busca refugio en la grieta más cercana, protegiendo su cabeza pero dejando la cola y el extremo de su dorso con la mancha ocelar asomando. Se produce así una semejanza tan increíble con la cabeza de una gran morena (Gymnothorx meleagris) que los demás peces no se atreven a atacarlo".

Fuente: 
Guía del mundo submarino

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