lunes, 8 de julio de 2013

Órganos sensoriales de los tiburones

FOTO: DANIEL BOTELHO
"Los órganos olfativos, llamados narinas, se encuentran en una posición interna a los lados del morro, normalmente cerca de la boca, con la que a veces se comunican por medio de surcos nasobucales. Las redondas, ovales o alargadas narinas parecen estar divididas por la mitad por una membrana carnosa que garantiza un flujo de agua hacia afuera y hacia dentro mientras que el animal se desplaza. Sin embargo, de hecho, las narinas son sacos ciegos sencillos cuya superficie interna está formada por numerosos pliegues serpenteantes cubiertos de un epitelio olfativo compuesto de células alargadas. Cada una de ellas consta de un receptor ciliar en contacto directo con el agua que se proyecta hacia la narina y que, por el extremo opuesto, continúa en una fibra nerviosa conectada con el nervio olfativo. La existencia de los surcos naso-bucales permite a las narinas operar incluso cuando el tiburón está estacionado en el lecho marino, gracias al continuo flujo de agua generado por las agallas. Las células olfativas son altamente sensibles. 

Las sustancias una vez detectadas generan modificaciones en la actividad cerebral que tienen repercusiones inmediatas en los músculos de las agallas, que se cierran rápidamente, y en el movimiento del animal, que se acelera repentinamente.

El olor no tiene porqué estar asociado necesariamente a una presa, sino que también permite al tiburón identificar el género de otro tiburón, su grado de madurez y su disponibilidad para aparearse".

Guía del mundo submarino

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