A bordo de la embarcación nos asignan un lugar específico que por seguridad tenemos que respetar a partir de este momento, nos presentan al capitán de la embarcación y se acostumbra pasar lista de los buzos y el personal. Podemos percatarnos que desde nuestros asientos podemos ver el fondo del mar. Al poco de habernos subido recibimos la instrucción del lugar al que vamos a sumergirnos, de la formación de parejas, de las reglas de buceo que vamos a realizar como son tiempos de fondo, señales, plan de buceo, una vez todos equipados nos preparamos para irnos subiendo a la orilla de los costados de la lancha por parejas de lados opuestos, el capitán y el personal revisan que todos los tanques estén abiertos y los chalecos inflados, preguntamos ¿libre? y nos colocamos el regulador en la boca, al escuchar la respuesta “libre” nos damos marometa de espalda y al agua, hacemos la señal de “estoy bien” y nos vamos hacia el cabo de la embarcación a esperar al resto del grupo, no es difícil ya que no hay corriente y la vista que tenemos desde ahí nos permite esperar con alegría al ver lo que nos tocará abajo, una vez todos juntos se dan los cinco pasos para poder sumergirnos y comienza el recorrido.
El tiempo de superficie lo realizaremos en la embarcación para poder hacer el segundo buceo.
Una vez terminados regresamos al centro de buceo donde le daremos una enjuagada al equipo y regresaremos al hotel para bañarnos e irnos a comer.
La comida en Mahahual como lugar de mar es variada en sus mariscos y de muy buen sazón así que podremos escoger de entre varios platillos como camarones, langosta, ceviches etcétera.
Una vez terminada la comida/cena podremos ver el atardecer conversando en la playa lo vivido ese día y ansiosos preguntamos los lugares que visitaremos al día siguiente.
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