sábado, 8 de junio de 2013

Tiburones: aletas

"Las aletas ventrales, que están unidas por una lámina cartilaginosa interna que forma la cintura pélvica y que, en los machos, se han transformado en órganos copulatorios (pterigópodos) mediante la adición de elementos esqueléticos, pueden tener una función similar. 

Es la aleta caudal la que le propulsa hacia adelante. En numerosas especies, la aleta caudal es típicamente asimétrica (heterocerca), forma llevada al límite en los peces zorros. Se debe a la conformación de la columna vertebral del tiburón, que tiende a curvarse al final para convertirse en soporte del lóbulo superior. Éste último está más desarrollado y a menudo termina en una zona apical triangular con una muesca en el lado inferior. El borde inferior quizás el más importante en la determinación de la forma general de la cola, puede presentar diferentes grados de desarrollo. Casi invisible, como en el caso del tiburón nodriza y el tiburón cebra, o del tiburón leopardo que así pueden moverse libres de estorbos incluso cerca del lecho marino; o puede crecer hasta alcanzar el tamaño del lóbulo superior, de forma que la cola pasa de ser heterocerca a tener forma de media luna, como en el cailón. 

Análisis más exhaustivos de la anatomía interna de la aleta caudal han conducido al descubrimiento de que la asimetría de los músculos se ve reflejada en las masas musculares y en la energía que éstas transmiten a los tendones conectados a la parte expandida de la cola, que genera gran parte de la fuerza ejercida sobre la masa de agua circundante. Los tendones del lóbulo inferior tienen un diámetro inferior. En el punto de unión entre el pedúnculo caudal y la aleta propiamente dicha, a menudo hay unas muescas transversales con forma de media luna llamadas fosetas precaudales, que probablemente tienen una función aerodinámica".

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