Cuando el hidrofoil está en reposo o navega a poca velocidad flota sobre el agua como cualquier otra embarcación, pero a medida que va ganando velocidad sus alas levantan por completo el casco, ayudadas por la inclinación de los ejes de las hélices, ofreciendo una mínima resistencia, lo que permite que gane más velocidad y pueda llegar a los 80 nudos, es decir, 148 kilómetros por hora, siendo notable la facilidad con que navega sobre las olas.
Los de mayor tamaño pueden transportar hasta 250 pasajeros repartidos entre la cubierta principal y la inferior, o bien, 150 pasajeros y ocho automóviles. Por lo corto de sus travesías, carecen de camarotes, peor cuentan con posibilidades para el servicio de bebidas y comidas. El puente de mando, a pesar de la poca duración de travesía, lleva sistemas de alarmas, radares, un compás giroscopio y equipo de radiofonía”.
Fuente: omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia
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