Recordar el momento en el que decidí continuar mis buceos con mi ahora amigo Ricardo, quien me enseñó que el buceo es de compañeros, en este buceo como en todos, el capitán daba las instrucciones y de dos en dos íbamos saltando en paso de gigante al mar, de ahí comenzaba el viaje, cuando Ricardo pregunta a unos buzos que ya venían de regreso, por el barco, seña que se hace con las manos juntas como si tuvieras agua en ellas simulando el casco de la embarcación, ellos nos indicaron un camino, para sorpresa de nosotros habían descubierto un tiburón cerca de ahí y el camino que nos indicaron era hacia el tiburón, por supuesto en aquellos días mi miedo irracional a los mismos no me ayudó, Ricardo se percató de ello y me hizo seña de subir a la superficie, así lo hicimos realizando nuestra parada de seguridad una vez en superficie me pidió inflara mi chaleco y que me colocara de espaldas ya que la embarcación estaba lejos y tendríamos que nadar a ella. En el camino viendo mis nervios muy amablemente me dijo “si sigues nadando y llegamos juntos te invito un coco en la primera isla que paremos” por supuesto llegamos y por supuesto aun me debe ese coco, claro está que lo que hizo lo hizo para motivarme a seguir. Cabe mencionar que Ricardo tenía mucha más experiencia y niveles de buceo que yo (los invito a leer aquí en el blog el artículo ¿Y Por qué buceo?).
Foto Cyana Todo Buceo |
Yared Lazaría
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