" Un atolón es, por definición, una formación coralina que engloba una laguna circular central; sus dimensiones pueden variar entre unos pocos kilómetros y más de cien. Estas construcciones madrepóricas se encuentran típicamente en aguas oceánicas, cercanas a islas volcánicas sumergidas. Tan sólo raramente crecen en los límites de una plataforma continental particularmente extensa.
Dado su aislamiento y su forma característica, los atolones, más que ningún otro tipo de arrecifes de coral, han sido foco de atención de los expertos, que han puesto su punto de mira principalmente en tratar de explicar su origen. Charles Darwin fue uno de los primeros en estudiar el desarrollo de los atolones y su teoría sigue siendo la que se acepta de forma más generalizada.
La explicación que aportó este gran erudito sugiere que en el origen de la formación de un atolón hubo unas serie de arrecifes costeros establecidos en las aguas rocosas superficiales alrededor de una isla volcánica elevada.
El descenso gradual del sustrato tras el fenómeno de hundimiento dio paso al aumento de formaciones coralinas hasta esperarse y ecvolucionar en un arrecife continuo que, tras una inmersión completa de la isla, terminó por circundar una laguna.
La teoría de Darwin, que, sin contar con los sofisticados instrumentos de hoy, se basó únicamente en una atenta observación y en inteligentes deducciones, se ha confirmado, no obstante, efectivamente".
Fuente: Guía del mundo submarino
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