Cuando sales de cada buceo es necesario enjuagarlo con agua dulce, tienes que introducir agua dentro del chaleco, inflarlo, mover esa agua dentro del chaleco, ponerlo de cabeza y abrazarlo para sacar toda esa agua, repitiendo 2 veces para verificar que no haya quedado mucha sal. Secar a la sombra semi inflado.
Cuando regreses a casa, tu chaleco necesita que le dediques un poco de más tiempo, vas a introducir agua por la manguera del inflador o bien si tu chaleco tiene una válvula que puede ser quitada en forma sencilla, sólo dando vuelta a la rosca, por ahí, vas a inflarlo no demasiado pero sí para permitir que el agua introducida pueda recorrer todo el interior del mismo enjuagando así las paredes internas del mismo. Introduce más aire y voltea el chaleco de cabeza, abrázalo y saca toda el agua por la manguera que está viendo hacia el piso. Repite cuantas veces sea necesario estos pasos hasta que cuando coloques tu boca en la manguera del inflador ya no tenga sabor a sal. Vuelve a inflarlo no a su totalidad y déjalo a la sombra ya sea colgado o en el respaldo de una silla hasta que seque.
Para guardarlo, verifica que esté bien seco, cuélgalo en un gancho resistente, a la sombra, con aire dentro del mismo.
IMPORTANTE:
Si tu chaleco ya tiene varias horas de buceo aproximadamente 50 buceos o un año, es necesario que sea revisado por un técnico en reparación; los chalecos además de lo que tú puedes ver por fuera tiene piezas, entre otras, como o rings que necesitan ser lubricados o cambiados y el inflador revisado.
En caso de que tu chaleco esté perdiendo aire es necesario lo revisen, puede no ser nada pero evítate un mal rato.
Yared Lazarin Mora
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