domingo, 4 de agosto de 2013

El buceo en la antigüedad: Quinta Parte

“En la isla de Ashima, en Japón, las mujeres fueron y siguen siendo hábiles buceadoras (las amas) en apnea, desde hace más de 1500 años alcanzan profundidades que van desde 20 a 40 metros. Mientras tanto, los hombres se dedican a las tareas del hogar debido a que existe la creencia de que los peses pueden atacarlos y comerse sus genitales. 

Estas mujeres realizan los descensos amarrándose a una piedra y se dejan llevar hasta el fondo; luego, regresan a la superficie por sus propios medios y mantienen un promedio de apnea superior a dos minutos y medio.

En el año 335 a.C., Aristóteles habla de buzos recolectores de esponjas y hace una descripción de porque se les rompen los oídos cuando nadan bajo del agua y dice: "al retener la respiración, el aire se acumula en los oídos y al dilatarse se rompen porque el agua que es más pesada cae sobre ellos y los revienta" y luego justifica el uso de esponjas en los oídos para evitar que el agua actúe sobre ellos (nada más alejado de la realidad). 

Para que estos pescadores tuvieran reserva de aire se bajaban grandes vasos invertidos que los contenían, siendo esta la primera evidencia del uso de un objeto que permitía estar más tiempo bajo el agua”.

Fuente: Internet 

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