“En estas embarcaciones con superestructura alta, el efecto del viento puede producir balances cortos y bruscos que serían muy incómodos para los pasajeros y si la estabilidad de estos barcos fuera poca, los balances serían alarmantes; por ello, la llamada “estabilidad inicial” con que se diseñan y construyen estos barcos de pasajeros es muy grande y, además, en su construcción se agregan mecanismos estabilizadores para lograr que el usuario no resienta los movimientos del mar y el viaje resulte placentero.
La superestructura del barco es siempre larga y ocupa la parte central del casco, lo que se aprovecha para darle resistencia longitudinal, dejando la zona de proa y popa libres para otro tipo de actividades, como las recreativas. Cuando se trata de poco pasaje y clase única, suelen disponerse los camarotes en la zona central que es en donde se siente menos el balanceo o las cabeceadas del barco.
La superestructura del barco es siempre larga y ocupa la parte central del casco, lo que se aprovecha para darle resistencia longitudinal, dejando la zona de proa y popa libres para otro tipo de actividades, como las recreativas. Cuando se trata de poco pasaje y clase única, suelen disponerse los camarotes en la zona central que es en donde se siente menos el balanceo o las cabeceadas del barco.
Si la embarcación tiene diferentes categorías de pasajeros sigue reservándose la zona central para el pasaje de primera clase, pudiendo ser la superestructura más larga hacia popa, reservándose esa zona para el pasaje de segunda o tercera según el caso; también se consideran como camarotes de mayor lujo los quedan al exterior y se encuentran en los niveles más altos de la superestructura.
Fuente: omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia
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