Arrecifes: el Atlántico

“Un fenómeno típico de esta zona son los enormes “agujeros azules”, como por ejemplo el que se abre en el centro del Lighthouse Ref., una sima de un azul intenso, que es lo que queda de una caverna emergente que se abre en el azul claro del mar circundante y cae vertiginosamente en vertical 125m. Indiscutiblemente más pobres, tal vez por el influjo de las aguas frías que llegan periódicamente desde el fondo, son los lechos coralinos de Venezuela (archipiélago de Los Roques) que representan el último pero más destacable de los arrecifes americanos.

Como su crecimiento se ve impedido por una gran masa de agua dulce que entra en el mar desde las desembocaduras de los ríos Orinoco y Amazonas, con los sedimentos que contienen, los arrecifes de barrera reaparecen únicamente después de cabo Sao Roque para llegar hasta Río de Janeiro.

No obstante son arrecifes costeros o formaciones más limitadas, únicamente compuestos

en parte por corales, siendo, pues, más similares a masa rocosas. La mayoría de los organismos constructores están representados aquí por algas coralinas e incrustantes y animales sedentarios con un esqueleto calizo. Mar adentro desde las costas de cabo Sao Roque, la isla de Fernando di Noroña, con formaciones madrepóricas dispersas a pesar de la transparencia de sus aguas parece anuncias casi las islas de cabo Verde, donde se pueden encontrar las únicas formaciones coralinas dignas de este nombre en el Atlántico occidental, si bien cuentan tan sólo con poco más de cinco especies corales y constituyen un pálido reflejo de las lujosas formaciones madrepóricas del Caribe y el Indo-Pacifico”. 

Fuente:

Guía del mundo submarino