SEGUNDA PARTE
Comenzaremos por la parte mitológica.
Cuenta la mitología inuit o mitología esquimal la siguiente historia para dar origen al cuerno de los narvales: “Una viuda vivía con su hija y su hijo ciego en una cabaña alejada hecha de huesos de ballena, piedras y piel de foca.
 |
Foto Interent |
En el verano llegaron dos belugas a la costa y el niño preparó un arpón con algunos colmillos de morsa y la madera de un viejo barco pesquero para cazarlas y así conseguir grasa y carne para el invierno.
 |
Foto Internet |
La mamá le ayudó agarrando la línea del arpón cuando dos belugas emergieron cerca, una de ellas era más grande. La mamá le indicó al hijo que arponeara a la más pequeña, pero el hijo falló y le dio a la otra. La beluga se sumergió arrastrando a la mamá con ella.
 |
Foto Internet |
Cuando emergió nuevamente, la madre estaba a su lado enrollada con la cuerda, un remolino comenzó hacer círculos alrededor de su cabello formando una gran espiral, su cabello se transformó en un gran diente y…
 |
Foto Internet |
La beluga se llevó a la madre al fondo, donde los dos cuerpos se unieron y dieron origen al narval. Actualmente se dice que cuando los cazadores inuits se encuentran con los narvales pueden escuchar el llanto de la madre llamando a su hijo”. Bióloga Tanya Giral Sancho
 |
Foto Internet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario