lunes, 26 de octubre de 2020

Aventura por la Riviera Maya

A la mañana siguiente de nuevo el placer de ver el amanecer, me encontré con nuestro vecino europeo también contemplando el horizonte, nos encaminamos al comedor para encontrarnos con los demás y desayunar más tranquilos por la hora extra que teníamos. 

Foto Cyana Todo Buceo

Ya desayunados y con el equipo listo, nos sentamos en las sillas más cercanas al muelle y con el silencio del lugar pudimos escuchar la embarcación cuando se acercaba mucho antes de verla llegar. Así, nos pusimos de pie y caminamos sobre el muelle al encuentro del capitán. Íbamos a realizar dos buceos uno en “La Poceta” y el segundo en “Chimeneas”.

Los sitios de buceo están cerca del muelle de “Costa de Cocos” por lo que pronto llegamos al lugar. José Luis llegó acompañado de su marinero para hacerse cargo de la embarcación, ya que él sería nuestro guía bajo el agua.

Nos equipamos y todos al agua, el lugar de nuevo más familiar al Golfo de México que al Caribe pero un sitio maravilloso.

Fotos Cyana Todo Buceo



El buceo tuvo una duración de 49 minutos y pudo haber sido mucho más, con una profundidad máxima de 62 ft. Se convirtió en un buceo muy interesante por la fauna que encontramos, de nuevo aparecieron las Rayas águila en grupos numerosos, vimos barracuda de buen tamaño, más sábalos del tamaño de los del día anterior y una sting ray bastante grande escondida en la arena.

Fotos Cyana Todo Buceo






De nuevo nos percatamos que muchos de los corales estaban enfermos a partir de los 25 ft, en el fondo a los 62 ft la cantidad de corales enfermos es mayor, ya no se ven tan aislados. Vimos muchos corales como abanicos y plumas desprendidos desde la base sobre la arena.

Fotos Cyana Todo Buceo




Encontramos muchas formaciones grandes de Coral Alce la mayoría cubiertas de lama lo que en poco tiempo los hará morir por no poder respirar.

Fotos Cyana Todo Buceo


A los pocos minutos de la inmersión y hacia el descenso sentí un fuerte dolor en la rodilla izquierda, la cual debo confesar no está nada bien a pesar del gran trabajo de mi médico y sus cuidados; esto hasta ahora no había sido impedimento para bucear, traté de continuar el buceo relajando la pierna y trabajando con la derecha, pero nos encontramos en el descenso un poco de corriente en contra y el esfuerzo hizo que se hinchara la articulación, cambié el tipo de patada pero conforme el descenso y la estadía en el buceo el dolor fue incrementando así que para evitar cualquier situación de emergencia, avisé a mis compañeros de buceo, ellos sorprendidos ya que no suelo pedir ayuda por lo que inmediatamente supieron que algo no estaba nada bien.

Fotos Cyana Todo Buceo




Seguimos el buceo del brazo de uno de ellos, encontrándonos la vida marina antes mencionada, el dolor comenzó a ser tan fuerte que la cámara que traía definitivamente la dejé en mis manos sin tomar otra foto más. Como el buceo es una actividad que hay que disfrutar y no sufrirla, definitivamente este buceo ya no estaba siendo agradable, así que avisé que el dolor aumentaba y que quería salir lo antes posible. Avisamos e iniciamos la parada de seguridad con rumbo a la embarcación, contemplando el arrecife con muchísimos peces pequeños y fue cuando más pudimos darnos cuenta que el propio arrecife había sufrido una transformación, recuperándose de la enfermedad creando otro tipo de corales sobre los que yacían muertos.

Fotos Cyana Todo Buceo



Luego de muchísimo trabajo para poder subir a la embarcación ya que no podía mover y menos impulsarme con las aletas logré con ayuda de todos estar abordo.

No imagino qué cara traía pero quienes estaban conmigo estaban realmente preocupados, el dolor fue tan intenso que acabé vomitando, al ver la articulación había aumentado tres veces el tamaño. Todos preocupados, por supuesto tuve que disculparme con el capitán y los demás, ya que yo no realizaría el segundo buceo en “Chimeneas”, todos muy amables viendo la situación abortaron conmigo ese segundo buceo y tomamos rumbo al muelle.

Bajar de la embarcación, caminar hacia el bowngalo y lograr quitarme el neopreno fue toda una hazaña.

Alguien me preguntó qué necesitaba y recuerdo haber dicho “A mi doctor y mucho hielo”. Lo bueno es que dentro de mi botiquín personal llevaba mi medicamento y en el restaurante fueron muy amables en traerme una bolsa llena de hielo, esto hizo que la rodilla se desinflamara lo suficiente como para permitirme caminar pero no iba a arriesgarme, así que decidimos quedarnos en los camastros que estaban en el jardín frente al rompe olas y disfrutar de la tarde.

Foto Cyana Todo Buceo



Fotos Instructor Ricardo Gutiérrez C


Esa noche iba a ser nuestra última cena en “Costa de Cocos” y nos dieron una maravillosa sorpresa, nuestra mesa tenía mantel de tela y una vela, era su forma de despedirnos, la cena estuvo deliciosa y la verdad lo que menos deseábamos era irnos de ahí. Esa noche bajó la temperatura, comenzó a nublarse; esperaba de todo corazón no lloviera pues nos sería difícil realizar las últimas actividades que teníamos planeadas para el día siguiente.

Foto Cyana Todo Buceo


Al entrar al bowngalo vi volar algo que por supuesto no era una paloma sino un murciélago que buscó refugio en el interior de la baja de temperatura exterior, seguro entró a través del techo de palma, al encender la luz se espantó y luego de un rato logramos encaminarlo bien a la salida por el método utilizado en el lugar, una escoba al mismo tiempo que abres la puerta. Salió a la primera oportunidad pero sí pude tomarle fotos.

Fotos Cyana Todo Buceo




Para el último día que pasaríamos en “Costa de Cocos” teníamos ya planeado con el capitán, nos recogiera a las 7:30 am para el paseo por los manglares en búsqueda de manatíes, recorrer toda la zona hacia la frontera de Belice pasando a ver la construcción del Canal de Zaragoza y un último buceo.

Continuará…

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